Construyendo Puentes, Transformando Vidas

LO QUE CREEMOS

LA BIBLIA. Estas incluyen el Antiguo y el Nuevo Testamento que fueron escritos por hombres santos, inspirados por el Espíritu Santo y son la Palabra de Dios revelada al hombre. Ellas son la regla y guía infalible y suficiente para la salvación, la adoración y el servicio cristiano. Puesto que la Biblia es la Palabra de Dios, es sin error en todos los temas sobre los que habla, ya sea historia, geografía, temas relacionados con la ciencia o cualquier otra cuestión. (2ª Pedro 1:18-21; 2ª Timoteo 3:16, 17).

DIOS. Las Escrituras enseñan que hay un sólo Dios viviente y verdadero, quien es Espíritu, existente por sí mismo, eterno, inmutable, omnipresente, omnisciente, omnipotente, independiente, bueno, sabio, santo, justo, misericordioso, el Creador, Preservador, y Gobernador del universo; el Redentor, Salvador, Santificador, y Juez de los hombres; y el único digno de adoración, Él es la fuente de toda perfección y felicidad. Él es glorificado por toda la creación y es digno de ser amado y servido.

(Deuteronomio 6:4; 1 Corintios 8:4, 10:10; Juan 7:28; 2ª Corintios 1:19; 1ª Juan 5:20; 2ª Timoteo 6:17.)

LA PROVIDENCIA DE DIOS Y LA RESPONSABILIDAD DE LA HUMANIDAD. Dios ejerce un cuidado providencial sobre todas sus criaturas, y gobierna el mundo con sabiduría y misericordia, según el testimonio de su Palabra. Dios ha dotado al hombre con el poder de libre elección y lo gobierna por leyes y motivos morales; y este poder de libre elección constituye la medida exacta de la responsabilidad del hombre. Todos los eventos están presentes con Dios desde la eternidad hasta la eternidad; pero su conocimiento de ellos no es en manera alguna quien los causa, tampoco decreta en todos los acontecimientos que Él sabe que van a ocurrir.

(Hechos 17:28. Mateo 10:30, Efesios 1:11. Salmo 22:28. Salmo 97:2. Deuteronomio 30:19. Ezequiel 33:11. Hechos 15:18; 1 Samuel 2:30; Ezequiel 18:20-25.)

LA CREACIÓN. Dios creó al mundo y todas las cosas que hay en él, para su propio regocijo y gloria, y para el contentamiento de sus criaturas. Los ángeles fueron creados por Dios para glorificarle y obedecer sus mandamientos. Aquellos que han mantenido su estado original, son usados por Él para ministrar bendiciones a los herederos de la salvación y ejecutar sus juicios sobre el mundo. Dios creó al hombre compuesto de un cuerpo material y un alma racional e inteligente. Fue hecho a imagen de Dios para glorificar a su Creador.

(Apocalipsis 4:11. Isaías 43:7; 1ª Timoteo 6:17. Colosenses 1:16. Apocalipsis 7:11. Salmo 103:20. Hebreos 1:14. Judas 6. 2 Samuel 24:16. Apocalipsis 16:1. Génesis 2:7. Génesis 1:27. 1ª Corintios 6:20.)

LA PECAMINOSIDAD DE LA HUMANIDAD: Nuestros primeros padres (Adán y Eva), fueron los primeros humanos creados por Dios y eran justos! Preferían naturalmente obedecer a su Creador y no tenían preferencia ni deseo de quebrantar su voluntad hasta que fueron influidos e inclinados por el tentador (Satanás) a desobedecer los mandamientos de Dios. Con anterioridad a esto lo único que querían era hacer lo bueno. Como consecuencia de la primera desobediencia, el pecado entró al mundo y pasó a toda la humanidad, la cual no está dispuesta a obedecer a Dios; sino que está inclinada al mal, por lo cual todos son culpables ante el perfecto y Santo Dios. Por esto nadie por virtud natural alguna o meras obras suyas, puede hacerse un hijo de Dios; sino que todos deben depender para su salvación de la redención efectuada por la sangre de Cristo y de ser creado de nuevo para la obediencia por medio de la obra del Espíritu; los cuales son provistos gratuitamente para cada descendiente de Adán.

(Eclesiastés 7:29. Efesios 4:24; Colosenses 3:10. Salmo 51:5. Romanos 8:7, Efesios 2:3, Salmo 58:3; Génesis 8:21; Juan 3:6; Gálatas 5:19-21; Romanos 5:12. 3. Juan 6:44. 1ª Corintios 2:14, 4. Juan 3:3. Juan 3:5; 1:13; Hebreos 12:14, Colosenses 1:14; Tito 3:5)

JESUCRISTO: ElHijo de Dios, posee todas las perfecciones divinas. Como El y el Padre son uno, Él en su naturaleza divina, desempeñó todos los oficios e hizo las obras de Dios para sus criaturas que han sido los temas de revelación para nosotros. Como hombre, Él cumplió todos los deberes hacia Dios que se nos exigen que efectuemos nosotros, excepto el arrepentimiento de pecado. Su divinidad está aprobada por sus títulos, sus atributos y sus obras. La Biblia le atribuye a Cristo los títulos de Salvador,’ Jehová,’ Señor de los Ejércitos, el Primero y el Ultimo, Dios, Verdadero Dios, Gran Dios, Dios sobre todas las cosas, Dios Poderoso y el Padre eterno. Jesucristo es eterno, inmutable, omnipresente, omnisciente,* omnipotente, santo y digno de adoración. El mundo fue creado por Cristo. Él lo preserva y gobierna. Él ha provisto redención para todos los hombres, y Él será su Juez final. El Verbo, que en el principio estaba con Dios y el cual era Dios, por quien todas las cosas fueron hechas, condescendió a un estado de humillación al unirse a la naturaleza humana y hacerse igual a nosotros, exceptuando el pecado y la contaminación. En este estado como súbdito de la ley, estaba expuesto a las enfermedades de nuestra naturaleza, fue tentado como lo somos nosotros, pero nos dio ejemplo, de perfecta obediencia a las demandas divinas. Puesto que Cristo vino de la simiente de David, según la carne, es “el Hijo del Hombre”, y puesto que la existencia divina es la fuente de la cual procedió, fue la única agencia por la cual fue engendrado,’ siendo el unigénito del Padre, es “Hijo de Dios” , y la única encarnación del Ser Divino. (Isaías 45:21. Isaías 43:10,11. Juan 4:42, Filipenses 3:20; 2ª Timoteo 1:10; Tito 2:13. Salmo 83:18. Isaías 40:3, Lucas 1:76. 2. Isaías 8:13, 14. 1ª Pedro 2:4-6; Isaías 6:5; Juan 12:41. Apocalipsis 22:13. Isaías 44:6; Apocalipsis 1:1, 11.

1ª Timoteo 3:16. 1ª Juan 3:16; Hebreos 1:8; Juan 1:1; 20:28, 29. 1ª Juan 5:20. 6. Tito 2:13. 7. Romanos 9:5.)

LA EXPIACIÓN DE CRISTO. Como el pecado no puede ser perdonado sin un sacrificio, y la sangre de los animales no podría jamás lavar el pecado para siempre, Cristo se dio a sí mismo en sacrificio por los pecados del mundo, haciendo posible de esa forma la salvación para todos los hombres. El murió por nosotros, sufriendo en nuestro lugar, para dar a conocer La justicia de Dios, para que Él fuera el justo en justificar a los pecadores que creen en su Hijo. Por medio de la redención efectuada por Cristo, la salvación es disfrutada actualmente en el mundo y será disfrutada en el venidero por todos los que en esta vida no rehúsan la obediencia a las demandas de Dios. La expiación por el pecado era necesaria. Porque la obediencia presente y futura no puede borrar nuestros pecados pasados más que lo que la obediencia pasada puede borrar nuestra culpa por los pecados presentes y futuros. Si Dios perdonara los pecados de los hombres sin satisfacción por la violación de su ley, resultaría que la transgresión podría continuar impunemente; el gobierno sería abrogado, y la obligación de la obediencia a Dios, sería en efecto quitada.

(1ª Juan 2:2. Isaías 53:5; 10:11; Romanos 4:25; Mateo 20:28; 1ªPedro 3:18; Juan 1:29; Hebreos 9:26; Romanos 5:6, 8. Tito 2:11. Hebreos 2:9, 1ª Timoteo 2:6; Isaías

45:22; 2ª Pedro 3:9; 2ª Corintios 5:14, 15; 1ª Timoteo 4:10. Romanos 3:25, 26. Romanos 5:9, 18; Mateo 26:28; Efesios 1:7; Apocalipsis 5:9; 1a Pedro 2:24. Romanos 5:18. Romanos 8:1, Marcos 16:15; Romanos 2:14, 15. Hebreos 9:22. Efesios 1:7.)

LA MEDIACIÓN DE CRISTO. Nuestro Señor no sólo murió por nuestros pecados, sino que resucitó para nuestra justificación, y ascendió al cielo, donde, como único Mediador entre Dios y los hombres, hace intercesión por nosotros hasta que venga otra vez. (Romanos 4:25.1ª Corintios 15:17. Hechos 1:11. Marcos 16:19. Hebreos 7:25. Romanos 8:34; Hebreos 9:24.)

SALVACIÓN. La salvación es cuando uno se arrepiente de sus pecados, pone su fe en Jesús como Salvador y se compromete a seguirlo como Señor de su vida. Quienes han puesto su fe en Jesús reciben el Espíritu Santo. Dios desea la salvación de todas las personas. Todos los creyentes en Cristo, que por la gracia perseveran en la santidad hasta el fin de la vida, tienen promesa de salvación eterna. (Efesios 2.8-9; Juan 3.16-17; Mateo 24.13).

EL ESPÍRITU SANTO. Las Escrituras atribuyen al Espíritu Santo los hechos y los atributos de un ser inteligente. El guía, conoce, se mueve, da información, manda, prohíbe, envía, reprueba y se puede pecar contra Él. Los atributos de Dios se le atribuyen al Espíritu Santo. Al Espíritu Santo se le atribuyen las obras de Dios: creación, inspiración,” dador de vida ” y santificación. Los apóstoles afirman que el Espíritu Santo es el Señor y Dios. (Juan 16:13. 2. 1ª Corintios 2:11. 3. Génesis 1:2. Hechos 8:39. Hechos 10:19. 1ª Corintios 2:13; Hechos 21:11; Juan 14:26. Hechos 13:2. 6. Hechos 16:6. 7. Hechos 13:4. 8. Juan 16:8. Génesis 6:3.)

LA TRINIDAD. El Espíritu Santo es en realidad Dios y es uno con el Padre en todas las perfecciones divinas. Se ha demostrado que Jesucristo es Dios y que es uno con el Padre. Entonces estos tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios. La verdad de esta doctrina se prueba también por el hecho de que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo están unidos en la autoridad por la cual se bautizan los creyentes; y en las bendiciones pronunciadas por los apóstoles. Concluimos que por la Trinidad se quiere decir que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son personas igualmente eternas e iguales, que experimentan relaciones interpersonales y que existen en una sola esencia divina con cada persona compartiendo la esencia entera. (Lucas 3.21-22; Mateo 28.19).

EL DIEZMO. Ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamento enseñan el diezmo como el plan financiero de Dios para el sostenimiento de su obra. Dios ordenó los diezmos y las ofrendas en el Antiguo Testamento, Jesucristo los respaldó en los evangelios (Mateo 23:23), y el apóstol Pablo dijo: “El primer día de la semana, cada uno de vosotros debe apartar algo y ahorrar. según vaya prosperando” (1 Cor. 16:2a Génesis 14:20. Génesis 28:22, Deuteronomio 14:22, Malaquías 3:8-10. 1ª Corintios 16:2. Mateo 23:23; 1ª Corintios 9:9-14; Hebreos 7:9-17; 2ª Corintios 9:6-8.)

ORDENANZAS DEL EVANGELIO.

1. El Bautismo Cristiano. Esto es la inmersión de los creyentes en agua, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,’ en el cual están representadas la sepultura y resurrección de Cristo, la muerte de los cristianos al mundo, el lavamiento de sus almas de las contaminaciones del pecado, su resurrección a nueva vida, su compromiso de servir a Dios y su resurrección en el día final.

2. La Cena del Señor. Esta es una conmemoración de la muerte de Cristo por nuestros pecados, en el uso del pan El hizo el emblema de su cuerpo quebrantado, y la copa, el emblema de su sangre vertida, y por ella el creyente expresa su amor a Cristo, su fe y esperanza en Él, y le promete su eterna fidelidad. Es privilegio y deber de todos los que tienen unión espiritual con Cristo conmemorar su muerte, y ningún hombre tiene derecho de prohibir estas prácticas al más pequeño de sus discípulos.

3. Lavar los Pies de los Santos. Esta es una ordenanza sagrada, que enseña humildad, y recuerda al creyente la necesidad de la limpieza diaria de todo pecado. Fue instituida por el Señor Jesucristo, y llamado un “ejemplo” la noche de su traición y está en conexión con la institución de la Santa Cena. Mateo 28:19. Bautizándolos (Griego: inmersión) (Colosenses 2:12, Hechos 8:36-39; Mateo 3:16; Marcos 1:5; Juan

3:23; Hechos 16:23-34; 2:41.)

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO. El Señor Jesucristo, quien ascendió a las alturas y se sentó a la diestra de Dios, vendrá otra vez para cerrar la dispensación del evangelio, glorificar a sus santos, y juzgar al mundo.

(Hechos 1:11. Mateo 25:31; 1ª Corintios 15:24-28; 1ª Tesalonicenses 4:15-17;

2ª Tesalonicenses 1:7-10; 2ª Pedro 3:3-13; Mateo 24:42-44.)

LA RESURRECCIÓN, EL JUICIO Y LA RETRIBUCIÓN. Las Escrituras enseñan la resurrección del cuerpo de todos los hombres en el último día, cada uno en su propio orden; habrá un juicio, cuando el tiempo y la prueba del hombre se cerrará para siempre. Entonces todos los hombres serán juzgados según sus obras. Inmediatamente después del juicio, aquellos que pusieron su fe en Jesús experimentaran la resurrección de vida, y aquellos que rechazaron a Cristo experimentará el castigo eterno. (Juan 5:28, 29. Hechos 24:15; 1ª Corintios 15:22, 23; 2ª Timoteo 2:18; Filipenses 3:21; 1ª Corintios 15:35-44; Daniel 12:2. Hechos 17:31.)

MATRIMONIO Y SEXUALIDAD HUMANA. Basados ​​en las enseñanzas de las Escrituras, creemos que la actividad sexual debe practicarse exclusivamente dentro de los parámetros del matrimonio bíblico, y que el matrimonio se define tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento como una institución ordenada por Dios como la unión de un solo hombre para toda la vida. y una mujer. Creemos, basándonos en las enseñanzas de las Escrituras en el Antiguo y Nuevo Testamento, que el matrimonio es una institución ordenada por Dios desde la fundación del mundo y está pensada como una unión de por vida entre un hombre y una mujer. Esta comprensión está respaldada por el relato de la creación en Génesis, capítulos 1 y 2. Génesis 1:26-27 indica que Dios creó al hombre a su propia imagen, como varón y mujer. El pasaje implica que la unidad de un hombre y una mujer en el matrimonio refleja de alguna manera la imagen de Dios en la humanidad.